Crónica de tu muerte

Tantos meses planeando este momento, tantos modos diferentes de hacerlo, tantas ayudas que podría tener, pero no hubo una mejor manera que esta.

Te tengo acá, atado de pies y manos, con la boca vendada, sin posibilidad de defenderte, inútil, como te lo mereces, por imbécil, por rata, por infiel.

No sólo te bastó tenerme como tu amante, no, para ti no fue suficiente, siempre tenías tu plan C entre manos (ó D ó F), porque no sé con cuántas otras tontas estabas al mismo tiempo. Pero ha llegado mi venganza, la venganza de la otra, porque siempre fui eso para ti.

Así que en este momento te tengo en mis manos, reducido, solo para hacer lo que venga en gana contigo. Hoy soy yo contra ti. Hoy dejarás de ser el imbécil que eres, mentiroso, manipulador e infiel. Morirás de una mordida, pero no la misma mordida que me dio vida eterna, porque yo no te dejaré vivir, te dejaré sin una gota de sangre en tu cuerpo. Morirás y jamás volverás a vivir esa vida asquerosa que llevabas.

A partir de este momento serás parte del infinito, porque ni siquiera en mi recuerdo vivirás, aunque mi vida sea eterna.

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