Encuéntrate

 Tienes esa mirada azul, como perdida, como ceñida, como escondida. Te alejas de todo, del cielo y el mar, y no paras de llorar. Vete lejos, vete de ahí, deja que la soledad te acompañe y sólo así podrás sanar. Escucha el silencio, escucha las aves, escucha el viento. Seguramente todos ellos te enseñarán a cantar.

Y si aún no sirve, aún no sanas, aún no cantas, aún no amas, sólo mira a tu alrededor y recuerda que las razones para sonreír son más. Los recuerdos, aunque tristes, son todo lo que nos queda, porque el pasado no lo podemos cambiar. Y sobre todo, el pasado deja marcas que nos hacen mejorar.

Entonces deja de hundirte en esa oscuridad densa que te abrasa, te quema y no te quiere soltar. Toma las riendas de tu silencio y encuentra la razón para continuar. 

Encuéntrate. 

Y recuerda que aquí estoy para cuando quieras hablar.

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