ELLA

Ella, con su mirada cautivadora lo atrajo e inmediatamente se supo que había una indiscutible sensación de deseo y pasión entre los dos. Ese día se dieron cuenta de la existencia del otro y que de algún modo podrían estar juntos sin importar las circunstancias. Sólo que no se lo habían dicho aún y su amistad seguiría intacta por un tiempo.

Pasaron los días y sus conversaciones ya no eran tanto para conocerse, saber sus gustos o deseos, sino para saber sus sentimientos, qué tipo de relaciones pasadas había vivido cada uno, qué tipo de amor habían llegado a sentir alguna vez. Ella sin dudarlo le dijo que el amor aún no había pasado por su vida, teniendo en cuenta también que era mucho más joven que él. Él en cambio le admitió que en ese momento se encontraba en una relación y que sí estaba enamorado.

A pesar de las conversaciones acerca de los amores pasados y/o presentes, todo sucedió de la nada, ni ella ni él lo esperaban. Estaban en la terraza de un restaurante disfrutando de una malteada y viendo cómo el cielo se tornaba de azul a gris, cuando comenzó a llover. Él la abrazó para evitar que se mojara y se fueron a prisa del lugar. Fuera del alcance de la lluvia ya no se querían separar y fue entonces cuando sus labios se juntaron formando uno solo, y desatando una tormenta de sentimientos en ambos cuerpos. Tan grande era el sentimiento como la tormenta.

Su relación pasó a ser un secreto ante la humanidad, nadie se podía enterar de ello, ni siquiera por parte de la familia de ella, si se enteraran que él era muchísimo mayor que ella, la vida de los dos podría terminar. Más aún si la novia se enterara.

No era difícil encontrarse, pues ambos tenían muchas cosas en común que podían ser usadas como excusa fácilmente a cualquier hora, incluso mientras ambos cumplían sus labores. Sólo era casi imposible verse los fines de semana y en las noches. Pero aún así los días eran de ellos, la luz del sol su compañía y la brisa del viento su aliento. Lo que los hacía vivir de esa manera, sin embargo, era el amor que empezaba a surgir en cada uno.

Ella se sentía morir al estar con él y no quería que el momento terminara nunca pues lo amaba y cada día, cada hora, cada instante compartidos era para ella el más grande regalo que la vida hubiera podido darle. De todos modos cada día y cada noche lloraba al saber que él nunca sería para ella, cada día y cada noche sufría al pensar que quizá en ese preciso momento al no estar con ella estaría con su novia…era una tortura para ella pensar que el amor de su vida en realidad no era suyo, por más que lo tuviera.

Tras un año de sentimientos encontrados, la relación se fortaleció y la confianza entre ambos se volvió irrompible y aunque él siempre sentía celos de verla con sus amigos o sólo con saber que podría estar en otro lugar con alguien más deleitando su juventud, no podía expresar su dolor, no al saber la situación en la que se encontraba, era algo tan triste como la vida misma. Pues su vida estaba ahora partida en dos.

Esas dos mitades de su vida se alejaban cada día más, pues sus planes eran irse del país en búsqueda de un mejor presente y futuro para su carrera, y claro, ella no estaba incluida. Pero por otro lado, ella también tenía sus planes, quería ser una mujer reconocida por su labor, quería terminar su carrera y quizá también salir del país, y claro, él podía estar incluido.

Esta diferencia de planes fue lo que los separó para siempre. Él, por obvias razones, aceptó irse a buscar su destino en otro lugar con su novia, dejándola a ella consumida en su dolor.

El tiempo pasó y ella no lo soportó, derramó tantas lágrimas que murió de tristeza, aunque su familia nunca supo la razón. Para ellos ella siempre fue la niña de sus ojos, la princesa del hogar, pero nunca pensaron que podría enamorarse de un amor imposible y que esto la hiciera ahogar de dolor.

Ella también sentía, también lloraba, también AMABA. Ella...la amante...la otra...ella, la que sabía que sufriría...tampoco pensó que moriría.

Comentarios

Unknown ha dicho que…
oye!! està muy chevere te felicito,muy encarretador estaba de afan y no pude parar de leer ademas viniendo de una escritora tan especial ..muak te mando un abrazo cuidate mucho
Anónimo ha dicho que…
sara contra-ataca... jeje ta bien chevre...menos mal no murió el mansito
Anónimo ha dicho que…
jajajaja no murió el man pero murió ella! bueno, de todos modos es una historia encarretadora, me alegra que les haya gustado. besos
Anónimo ha dicho que…
parce está muy chevere, me gusto muchisimo, es una historia q lo atrapa d principio a fin. Te felicito. t quier muchisimo
Anónimo ha dicho que…
heyy esta bien linda la foto... la tomaste vos?? además de escritora ... fotógrafa
att:jc
Sara ha dicho que…
jajajaja...la foto no me la tomé yo, es un trabajo final de un primo