Lecciones aprendidas en Europa, parte 9 (el papeleo)

Es hora de seguir con las lecciones de vida, que son más bien de adaptación a un estilo totalmente diferente a lo que estoy acostumbrada. Hoy debo hablar de la tortura de mudarse a una nueva ciudad, en otro país, incluso después de estar viviendo unos meses en Europa.

Como sabemos, existen diferencias entre lo que es Europa, Unión Europea, Zona Euro y Zona Schengen (si no sabes distinguirlas, google te puede explicar). Ya les he contado cómo fue la aventura de llegar a Bélgica y algunas vivencias en Francia y Alemania, pero no he contado nada de lo que hay que correr en cada país para ser legal y estar tranquilo. Es tanto el corre-corre que a veces uno piensa que ser "ilegal" es la mejor opción.

Lección número 19: el registro en el ayuntamiento.

Pues bueno, lo primero fue al llegar Bélgica. Cuando uno aplica a visa de estudiante en este país, estando en Colombia, la condición contra entrega es: debes registrarte en el ayuntamiento dentro de los primeros 7 días a tu llegada, de lo contrario puedes acarrear multas e incluso ser expulsada de zona Schengen. Y uno piensa "qué carajos quiere decirme?".

Uno todo juicioso lo primero que hace es alquilar la habitación y luego correr al ayuntamiento a ver qué es lo que hay que hacer. Pero uno todo recién llegado, imagínense el problema para hablar por señas porque el francés era nulo. Finalmente conseguí registrarme, llevando una cantidad de papeles que es como pedir visa de nuevo, y después de 3 largos meses de espera, conseguí mi tarjeta de residencia belga (que al final sólo sirvió por 2 meses, pues el semestre siguiente tuve que hacer lo mismo en Francia).

Luego nos mudamos a Francia, por lo que es necesario des-registrarse del ayuntamiento de Bélgica. Y entonces se hace lo mismo en el ayuntamiento francés. Es de aclarar que para mudarnos debimos aplicar a una nueva visa de estudiante, ya que normalmente para cada país se debe hacer ese proceso, entonces es lo mismo una y otra vez. En Francia sin embargo, las políticas son diferentes, por lo que tuve que hacer incluso examen médico dentro de la oficina de extranjería (donde obtenía la extensión de residencia después de estar registrada en el ayuntamiento). Y otra cosa es la ayuda del gobierno para la vivienda a estudiantes y personas con bajos recursos, gracias a esto podía reducir los gastos mensuales (que son altísimos en ese país).

Lección número 20: ojo con los registradores!

Esta no la he contado en la parte 8. Cuando fui a hacer mi papeleo para obtención de tarjeta de residencia, compré un pasaje normal para el tranvía (el hecho de comprar pasaje ya era raro en mí). El pasaje tiene duración de 1 hora o un viaje desde la estación que se "pincha" el papelito. Eran las 8 am cuando lo pinché en el bus desde mi residencia hacia la oficina de extranjería, el viaje eran muchas paradas con cambio de bus a tranvía y 2 líneas diferentes. Al salir de la oficina a las 10 am, decidí no comprar un pasaje nuevo para regresar, porque de ingenua pensé que no me iban a revisar. Pues maldita suerte...cuando menos me di cuenta, me salió un revisor por detrás y me hizo una multa por haber pasado el límite de 1 hora (afortunadamente no fue el de no llevar pasaje!) y tuve que pagar una multita de 45 euros...tonta...tonta...tonta

Continuando con la lección 19, luego de Francia escogí Alemania para hacer mis prácticas y terminar la maestría en la universidad de Rostock. Otra vez el sufrimiento de aplicar a visa primero (en París) y luego estando en Hamburgo registrarme en el ayuntamiento. Al parecer la burocracia alemana no está del todo bien inventada y por algún motivo a algunos compañeros les resultó supremamente difícil obtener la residencia. Sin embargo, yo tuve la suerte de que la oficina de extranjería quedaba en el mismo edificio del ayuntamiento correspondiente a mi barrio, entonces todo lo pude hacer muy fácil. Lo único complicadito fue que me dieron una residencia por sólo 3 meses, por lo que tuve que regresar para buscar extensión hasta el final de la maestría, pero todo salió bien, sin contratiempos (a excepción de la señora que sólo quería hablar en alemán porque "estamos en Alemania y acá se habla alemán").

Luego nos fuimos a Rostock para terminar el semestre y el mismo paseo: ir al ayuntamiento y registrarse. Esta ciudad es muy bonita, de hecho me encanta para vivir porque es pequeña, como un pueblo, y además te dan 100 euros de bienvenida. Así solamente, 100 euros por irte a vivir a una ciudad en Alemania oriental, qué divertido.

Lección número 21: extensión de residencia

Al terminar la maestría de igual manera se terminaba mi permiso de residencia, y la pregunta de rigor es "y ahora qué?". Ya me había des-registrado del ayuntamiento de Rostock, estaba digamoslo en unas "vacaciones" obligatorias en España, en casa de Álvaro. Ahora todos los días tenía que responder a esa pregunta y cada día la respuesta era más abrumadora "NO LO SÉ!"

Las opciones estaban muy claras:


  1. Aplicar a visa belga como estudiante, pues seguimos registrados en la universidad de Lieja hasta que termine el año académico (septiembre).
  2. Aplicar a visa francesa por haber terminado los estudios en una universidad de ese país (la maestría está registrada como de la universidad de Lieja y de Nantes).
  3. Aplicar a extensión de residencia en Alemania por haber estudiado en una universidad de ese país.
  4. Aplicar a visa de turismo en España por vivir ahí con Álvaro.
Todas las opciones se veían bastante prometedoras, hasta que empecé a investigar (y preguntar muchísimo a diferentes fuentes) y llegué a varias conclusiones:

  1. La visa belga es un verdadero "coñazo". Debía aplicar desde Alemania por ser mi país de residencia "legal", pero los requisitos eran exactamente los mismos que cuando estaba en Colombia, incluido examen médico y registro de antecedentes penales (en mi país de residencia de los últimos 6 meses, es decir Alemania)...esas cosas fueron horribles en Colombia, así que imagínense en Alemania, además de costosos y de que no sabía cómo se hace nada de eso.
  2. Para la visa francesa el requisito es "un permiso de residencia vigente", en Francia claro está. Lo cual no tengo, porque ya se había vencido la que había sacado cuando estudiaba allá. Así que esa opción fue descartada.
  3. Mi condición de estudiante en la universidad de Rostock no era de estudiante corriente, sino como una especie de intercambio, por lo que esta opción era bastante compleja para mí. Lo que podía hacer era extender la visa por búsqueda de trabajo siempre y cuando lo hiciera antes de que se venciera la residencia actual, es decir solo 20 días me quedaban.
  4. El embajador de España en Colombia no pudo (o no quiso) hacer nada al respecto.
Decidí entonces darle la oportunidad a Berlín. Ahora sólo me faltaba rentar una habitación, casa o lo que sea para demostrar que vivía allá, el resto de documentos los tenía al día. Lo que no me esperaba es que en Berlín las cosas fueran tan diferentes de Hamburgo, e incluso se sufrió muchísimo:

Primero conseguí que un conocido de un amigo me registrara como que vivía en su casa (procedimiento que sólo puede hacer el propietario de una casa, por lo tanto es muy difícil de lograr). La condición es obviamente contra un pago mensual según la cantidad de meses que necesite hasta encontrar trabajo. No es algo ilegal, digamos que vivo ahí mientras estoy de vacaciones por España.

El segundo paso es el registro en el ayuntamiento. Ahí empieza el dolor de cabeza. Resulta que con el tema de los refugiados, Berlín está llena de personas que quieren registrarse y obtener permiso de residencia, por lo tanto todos los ayuntamientos están siempre llenos y la única manera de hacer el registro es por medio de una cita previa. Fui a Berlín por una semana, cómo iba a obtener una cita previa?

Revisé varios ayuntamientos y por recomendación de mi amigo, fui a uno justo una hora antes de la apertura, para estar entre los primeros y lograr que me atendieran sin cita previa. Mi amigo vive al otro lado de la ciudad, por lo que tuve que levantarme a las 5 am para estar allá a las 7 am. luego a las 8 am me dieron un turno para ser atendida a las 8 36 am. Me registré en el ayuntamiento de la forma más rápida que casi nadie ha logrado!

Luego con ese documento en mano era hora de ir al siguiente paso burocrático: la oficina de extranjería. Resulta que siendo la capital de Alemania, Berlín sólo tiene una oficina de extranjería que atiende sin cita solo martes y jueves, miércoles sólo con cita y siempre hay fila desde las 4 am para los que no tenemos cita. Eran las 11 am de un maldito miércoles...así que mi extensión de residencia tendría que esperar hasta el siguiente día (teniendo en cuenta que mi regreso a España era el sábado). Así que me levanté muy a las 3 am para poder llegar antes de las 5 am a hacer la fila.

Al llegar a las 4 45 am ya había fila. Sí señores, y no sólo una: dos. "Cuál fila será?" Mientras abrieron las puertas para entregar los turnos, había personas de fila y fila que preguntaban al otro lado cuál de las dos era la correcta, y la verdad es que en ninguna de las dos la gente sabía con certeza qué hacer. Uno de los chicos de la otra fila (que se llenaba cada vez más) me ayudó a colarme cuando supimos que era esa y no la nuestra la fila correcta. Mi sorpresa cuando supe que el chico era sirio y sus acompañantes eran refugiados (no hablaban una pizca de alemán, ni inglés, ni francés...sólo árabe) entonces me dediqué a hablar con mi nuevo amigo (él no era refugiado, sólo se hizo amigo de ellos ahí).

A las 6 am abrieron las puertas y recibimos nuestro turno. Me tocó el número 5! qué felicidad! y ahora a esperar hasta las 10 am que empezaran a atender a las personas. Bueno pues con ese chico decidimos irnos a desayunar y pasar el tiempo en la residencia estudiantil donde vive. Todo el tiempo en el metro nos contamos nuestras vidas un poco y al final nos enteramos de nuestros nombres...si, me fui a casa de un total desconocido, sirio... y ahora somos un par de conocidos.

Al regresar a la oficina, nos atendieron antes de las 11 am y yo salí como anonadada por lo que logré. Me ofrecieron la residencia por 18 meses (yo iba por la de 6), pero como mi seguro de vida no era por al menos 12 meses, entonces debo regresar en unos días con un nuevo seguro y así obtendré mi nueva residencia alemana para buscar trabajo!

Hasta aquí la lección. Pronto algunas experiencias nuevas y viejas.



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