de por qué quiero volver a Colombia

Si, he dicho antes que quiero volver a Colombia, porque a pesar de que nací allí por azar o por suerte (mala o buena) o como quieran llamarlo; finalmente es el lugar que me vio crecer, las montañas que me encanta recorrer, además es el lugar donde vive mi familia, que es lo más importante en mi vida y mi razón de ser.

Aún me faltan un par de años aquí, más lo que me tarde en regresar (otros dos años más o menos), pero ya estoy empezando a ver cada vez más razones por las que tengo que volver a Colombia. Quiero aclarar que muchas veces dije que no quería volver porque en ese momento sentía que el país no tenía nada que ofrecerme,  porque en mi inmadurez y egoísmo no comprendía que soy yo la que tiene mucho que aportar al país. Y eso es lo que quiero hacer, si me dejan.

Tengo muchos amigos italianos que me cuentan cómo en su país la política está podrida. Yo escucho siempre con calma, tratando de entender cómo en un país europeo todavía pasan esas cosas. Lo mismo sentí cuando viví en España y también es interesante conocer las posiciones políticas de tanta gente que he tenido la fortuna de conocer. Cuando me toca a mí contarles lo que pasa en Colombia, ellos se quedan boquiabiertos porque lo que pasa allí es más crítico que si fuera una misión de James Bond o del cuerpo de élite.

Y todo se remonta a muchos años atrás, pero yo no me sé del todo bien la historia (estoy estudiando mucho para poder tener más conocimientos), porque era muy pequeña o porque no había nacido. Pero según entiendo, todo viene desde el surgimiento de las guerrillas y cuando las mafias empezaron a "invertir" en elecciones de todo tipo (parlamentarias, locales, regionales e incluso nacionales). Y todo se fue agravando hasta que la copa se llenó en el gobierno de Samper, untado hasta el cuello por el cartel de Cali, pero siempre diciendo que él no sabía nada, que fue a sus espalda. Un elefante de 8000 toneladas y no lo vio? (se le hace conocida esa historia?). 

Eligieron a Pastrana en el 98 y él intentó negociar con las FARC. Y las FARC secuestraron a Ingrid (primera en denunciar la corrupción de Samper, creadora de su propio partido "Oxígeno verde"), en plena campaña para las presidenciales de 2002 y bajo las narices del mismo presidente. Ahora después de su liberación, es señalada de apátrida por exiliarse en Francia (ella también es francesa por si no sabían) y además por demandar al gobierno colombiano por las raras condiciones en que fue secuestrada. Básicamente le gente la odia, pero yo creo que deberíamos escuchar su voz para saber sus razones, no creen? Eso de creer todo lo que dice el gobierno y muestra la prensa, nos está volviendo brutos. Y bueno, tantos casos de corrupción que han ocurrido a lo largo de los años, que nos tienen curtidos y aburridos y por lo tanto ya no creemos en la política. 

En 2002 llegó al poder el salavador, el Jesucristo criollo, el humilde campesino (que ni humilde, ni campesino) que quería retomar el control terrotorial y salvarnos de convertirnos en una didactura de las manos de las FARC.  El joven brillante e innovador que fue director de la aeronáutica civil que emitió permisos de operación a los aeropuertos de la mafia.  El señor todo poderoso que fue gobernador de Antioquia, fundador de las famosas "convivir" y quien mandó a matar a miles de personas bajo la máscara de los paramilitares. El ejecutor de más "falsos positivos" de la historia del país (porque los falsos positivos siempre han existido, pero no a ese nivel). El capo de capos, el hombre más poderoso del país, el narcotraficante número 82, señoras y señores: Álvaro Uribe Vélez, también conocido como "el gran colombiano". 

Yo en mi ignorancia, celebraba al ver que la gente tenía una esperanza, pero no sabía lo que corría aguas abajo. En 2006 ese señor se hizo reelegir - cambió la constitución a su favor! Y fueron 8 años de violencia, en los que los muertos por la guerra aumentaron y el déficit fiscal que dejó su "hazaña" fue uno de los mayores de la historia. (Hago paréntesis, nunca he sido capaz de explicarle a mis amigos europeos, por qué ese señor en vez de estar en una cárcel, hoy está sentado en el senado y es el "presidente eterno").

Cuando llegué a edad adulta y podía votar, me sentí con un poder increíble al saber que ahora mi voto contaría y podríamos empezar a reinventar la historia. Tenía muchas ilusiones de que los jóvenes pensaran más o menos como yo, con ideales de igualdad de derechos para todas las personas, con esperanza de un país en paz. Pero más grande fue la decepción al darme cuenta que no era así y muchos jóvenes también seguían esas ideas arcaicas de la política tradicional. Vaya decepción me llevé en 2010 cuando Santos fue elegido por primera vez. Vaya tristeza me llenó el alma y en ese momento mi único comentario fue "país de mierda". 

Solo dos personas han logrado llenarme de esperanza desde entonces: Mockus y Claudia. En este momento puedo decir que son de los pocos políticos a los que les creo sus intenciones de mejorar el país, sin embargo estamos tan mal socialmente que no han podido surgir de la manera que deberían. En 2014 no tuvimos otra opción que reelegir a Santos, pues era el único candidato con posibilidades de ganar que proponía una salida pacífica a esa guerra de 60 años con las FARC. Ganó y cumplió, y sólo por eso merece todo mi respeto. Mejoró la situación económica del país, mejoró la imagen internacional, pero la gente sigue enceguecida por un capo que se cree el mesías.

En 2016 fue mi segunda decepción política. Esa vez si lloré como nunca, como si hubiera muerto un familiar, como si se me hubiera acabado el mundo. Ese día sentía vergüenza de ser colombiana. En todas las noticias salían las palabras: "los colombianos votaron no a las negociaciones de paz con las FARC". Y yo estaba muy triste, deprimida, sin ganas de volver a Colombia nunca! De todos modos las negociaciones se hicieron, se hizo un acuerdo con modificaciones según lo que los voceros del "no" pidieron. Pero tampoco les gustó. Así somos, tenemos que resolverlo todo con violencia, sino no sirve.

En 2018, para más desgracia, Duque es elegido presidente (claramente el que dijo el dotor Uribe). Qué más podría pasar? Pues si, también se fue a la basura la consulta anti-corrupción. En qué país hay que preguntarle a la gente si quiere que la dejen de robar? Colombia, y lo peor es que no hubo suficiente gente para votar por el si. Con más de 11 millones de votos (más de los que votaron por Duque), la consulta anti-corrupción se hundió. Se sigue hundiendo cada día pues los puntos no pasan en el congreso. Vaya, vaya.

Y seguimos en 2018, apenas a unos meses de gobierno del presidente títere. Parece que el país está entrando en colapso. El presidente que había prometido en campaña no subir impuestos y además velar por la educación gratuita, lo que está haciendo es una reforma tributaria que afecta a las clases más bajas y recorta el presupuesto a ciencia y tecnología. Todas esas promesas falsas eran pajaritos en el aire que 10 millones de ingenuos creyeron. Colombia, he ahí a tu hijo.

Un presidente que prometió no dar favores políticos y ya empezó con sus puestos por votos. Ese fiscal tan noble que tenemos: ministro de Santos, de Pastrana y de Samper (vaya, vaya). Qué raro que siendo este el fiscal, se hayan muerto testigos clave del caso Odebrecht y hasta un juez. El presidente del senado a duras penas terminó bachillerato (y eso en la nocturna o por ventanilla, vaya usted a saber). El ministro Carrasquilla le robó a cientos de municipios y los dejó en la ruina con sus bonos del agua. Pero no, este gobierno lucha contra la corrupción desde sus bases! "El que la hace la paga"

Creo que la lista es larga, de cosas por las que estoy infinitamente decepcionada de la política colombiana. Y es esa precisamente una de las razones por las que quiero volver. Necesitamos salvar el país, y dejar de juzgar desde la distancia. Estoy en un proceso de aprendizaje profundo para volver a Colombia con mucha energía para hacer un equipo de gente que quiera unirse a mis ideales de igualdad de derechos y respeto a la vida. Porque de nada sirve quejarnos si no intentamos arreglarlo nosotros mismos. Es un proceso largo y seguramente difícil, pero sé que podemos llegar lejos con una política de sociedad.

Hay más razones, claramente. Mi familia encabeza la lista, porque estos años de exilio me han enseñado lo difícil que es la vida sin esa gente que tanto me quiere. Cuando veo a los niños morir de hambre, o los que tienen que hacer travesías para ir al colegio, esa es otra de las razones para volver. Yo no puedo pretender tener una vida maravillosa cuando hay tanta gente sufriendo, sobre todo si sé que puedo hacer algo al respecto. Tengo ideas, muchas ideas para que entre todos podamos ayudar a que las cosas mejoren, pero para eso tenemos que dejar de pensar como individuos y pensar más como sociedad. Quién se le mide a entrar en mi equipo?

Comentarios

Daniel Riveros ha dicho que…
Yo me le mido