...una burra negra y una yegua blanca...

Llevo un poco más de dos meses alejada de las letras y los vídeos, porque no me apetece escribir ni editar, porque mi alma y mi espíritu aún necesitan sanar esta herida profunda que ha dejado la pérdida inesperada de mi papá. Ustedes saben lo importante que era y es él para mí.

Este 2019 trajo personas interesantes a mi vida que han hecho de estos últimos meses más llevaderos, e increíblemente estas personas se han vuelto indispensables en mi día a día. Gracias por estar ahí, por acompañarme, por abrazarme y darme tanto amor.

También viví experiencias increíbles y conocí lugares maravillosos, algunos en compañía de mis padres, otros con amigos y otros sola.

Ahora todos decimos que queremos pasar una página, empezar una nueva oportunidad para ser mejores o lo que sea, lo cuál me parece patético. Simplemente cambiamos el calendario y este es especial porque marca el fin de una década.

Que el 2020 nos traiga a todos mucho amor y que sigamos intentando ser mejores cada vez, porque cada día es un año nuevo y cada día es una nueva oportunidad para demostrar lo que realmente queremos ser.

Solo quiero desear que el espíritu amable y amoroso de mi papá les llene de cariño y sabiduría para este cambio de calendario.

Comentarios