Acerca de cambios sistémicos y revoluciones

 El otro día tuve una conversación super enriquecedora con mi amigo Martín, el creador de Hilo, una marca de café colombiana en Alemania con la que está buscando un cambio interesante en el sistema de comercialización de café. Pronto la va a lanzar en Colombia también para que le echen un ojito en este link.

La revolucióin que propone  Hilo en resumen es la siguiente: asegurar la compra de toda la cosecha de café de una familia cafetera (en el futuro esperan tener más familias) a un precio justo, encargándose que esta familia tenga un ingreso básico universal durante el tiempo que dura la siembra y la cosecha. Parece simple, pero no lo es.

Resulta que el café, como bien, está en Bolsa, por lo que el precio del grano no lo define el cafetero, sino un mercado fluctuante que se mueve solo por oferta y demanda a nivel mundial. En los últimos años, el café ha tenido el precio más bajo en mucho tiempo, lo cual hace prácticamente inviable la cosecha. Pero eso sí, el precio de un café en un restaurante, en una tienda, en cualquier parte del mundo, sigue siendo el mismo. Básicamente los que pierden son sólo los productores!

Pero bueno, yo no soy la experta en este campo. Yo me dedico a compartir Hilo con mis amigos y conocidos en Bélgica. Como les digo siempre "yo no les comparto café, les comparto alegría", y ya ellos deciden si me quieren comprar después. Así vendo el café Hilo, sin necesidad de buscar ningún beneficio económico, no me interesa, lo que me interesa es ser parte de esta revolución!

También justo hoy, recibí un audio de un man, que ni sé quién es el que habla, donde explica el porqué Duque (el presidente actual de Colombia, que es un títere en realidad) es dizque un buen administrador y ha hecho cosas buenas. Me dio una risa. 14 minutos escuché lo que decía. Que si bajó los impuestos a la gasolina, a los computadores, a algunos alimentos, a los paneles solares. No pues, cómo lo llamamos? El Salvador? Y luego le echa la culpa de todo lo que está pasando actualmente en el país, primero a la pandemia y después, obvio, a Petro (otro que se cree salvador).

Vamos a contextualizarnos. Colombia lleva dos semanas de protestas multitudinarias en contra del gobierno. Todo empezó cuando a la belleza de Duque le dio por anunciar una reforma tributaria dizque por "solidaridad" con las pérdidas de la pandemia. Se robaron todas las ayudas internacionales, dejaron el país sumido bajo unas olas de pandemia enormes comparadas con los otros países de la región y ahora salen con que son los colombianos los que tienen que pagar por ello. Ah y también le echa la culpa al proceso de paz, que porque es muy caro, hágame el hp favor. Sí, se suponía que esa reforma era para aplicar a partir de 2023, o sea cuándo ese señor ya no fuera presidente. Así es cómo le echan culpas al gobierno anterior de la mierda que hacen hoy.

Y es que nos estamos dando cuenta que no sólo el sistema económico en general no está funcionando de la manera adecuada. O bueno, no de la manera en la que nos imaginamos que debería funcionar. O acaso no vemos que los ricos son cada vez más ricos y los pobres más pobres? 

El problema es todo el sistema político, económico y social, y Colombia está viviendo en estos días lo que podríamos llamar la primavera colombiana (o latina después de Chile). Nos estamos por fin despertando de ese letargo en el que nos encontrábamos y sobre todo los jóvenes están por fin poniendo manos en el asunto.

Se acuerdan que yo ya les había escrito sobre cómo el sistema actual nos está apagando? Aquí les dejo el recuerdo. Pues Martín escribió un artículo super cautivador sobre cómo cambiar el sistema. Cualquier sistema. Y nos deja un mensaje bastante interesante:

  1. Nada cambia si nada cambia.
  2. Poco cambia si poco cambia.
  3. Todo cambia si todo cambia.

Parece fácil también, pero no lo es en absoluto.

Martín lo describe como un cambio creativo. Esto es, para generar un orden, necesitas crear caos. Eso es lo que está pasando en Colombia. O acaso para limpiar la casa no necesitas mover sillas y mesas para sacar el polvo más escondido? 

El proceso creativo es igual, sólo que es un poco más introspectivo. Cuando decidimos darnos cuenta que algo no está bien y necesitamos mejorarlo, tenemos que destruirlo en nuestras mentes antes de repararlo, o rehacerlo. Y de esa manera es que se genera un cambio sistémico. 

Lo que está haciendo Hilo, volviendo al ejemplo del café, es una revolución donde el sistema tradicional de venta y compra de café es completamente obsoleto y se desecha. Directo a la basura. No le sirve al productor de café esperar un año para vender su cosecha a un precio menor al que tenía cuando empezó a sembrar. Eso sólo le sirve al intermediario. Hilo quiere ir directamente a la raíz de ese problema, destruirlo y construir junto al productor la mejor alternativa para que su café sea vendido al precio justo.

Y si volvemos a la gran escala de país, es lo mismo. De nada sirve bajar a Duque de la presidencia, por más inepto, títere o pendejo que nos parezca, si no hacemos cambios de fondo en el sistema. Necesitamos reformar el congreso. Necesitamos cambiar el sistema!

Por ejemplo, acaban de anunciar "matrícula cero" para estratos 1, 2 y 3 en las universidades el próximo semestre. Lo que necesitamos son escuelas y colegios de alto nivel, al que puedan acceder todos los niños del país. Más cupos en las universidades. Más escuelas técnicas (como el SENA). Más inversión en las plantas universitarias. Más profesores con educación muy superior (ojalá doctores). Pero no, ellos quieren calmar el paro con un pañito de "matrícula cero" que incluso ya existía.

Se quiere tumbar una reforma a la salud que también nos quieren clavar. No entienden que lo que necesitamos es un servicio más eficiente, donde no tengamos que entutelar a las EPS para que nos puedan dar el tratamiento adecuado. Y así con muchas otras reformitas que quieren meternos por donde sabemos.

Entonces, el paro y las marchas son simplemente la imagen de un país que no tiene cubiertas sus necesidades básicas. Los trabajadores apenas pueden cubrir sus gastos. Los estudiantes tienen que escoger entre el pasaje o comer. Y ahora con la pandemia se debe escoger entre morir de covid o de hambre.

Para cambiar el sistema tenemos que cambiar muchas cosas. Entre otras cosas, nosotros mismos. Nos quejamos de corrupción pero si podemos colarnos por la puerta de atrás en el bus, lo hacemos; si nos dieron mal las vueltas en la tienda, nos la guardamos; si nos encontramos un celular de alta gama, lo apagamos y lo vendemos; si podemos evitar pagar impuestos, metiendo una platica allí en Panamá, lo hacemos. Eso, amigos, también es corrupción. Y eso también nos tiene en la ruina como país.

Entonces. La revolución no es sólo contra el gobierno. La revolución es contra el sistema, y eso nos incluye a nosotros, que somos una parte importante del sistema.

Concluyo con lo siguiente. La reforma tributaria, a la salud y a la pensión van a llegar, son necesarias. Pero que se hagan de manera correcta, donde el pueblo se vea beneficiado y no simplemente clavado ante las órdenes de un donnadie. Y para eso, necesitamos cambiarlo TODO. Colombia, resiste!

Mientras tanto, tomemos café Hilo y hagamos parte de ese cambio.

Los invito a que sean parte de Hilo en Colombia AQUÍ


EN MEMORIA DE MARTIN, QUE SE NOS FUE, DEJANDO ESTE HERMOSO HILO


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